martes, 19 de noviembre de 2019

“El elogio de la dificultad” (1980) Estanislao Zuleta. Inserto en la Revista COMFAMA No. 462, Medellín, noviembre 2019

.

Publica y difunde: NTC …Nos Topamos Con … 
http://ntcblog.blogspot.com * ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia
-
.
.

“El elogio de la dificultad”
 Estanislao Zuleta  
Discurso de aceptación del Doctorado Honoris Causa
 otorgado por la Universidad del Valle, 
Cali, 21 de noviembre de 1980.


Cuadernillo inserto, de 6 páginas, publicado por la
Revista COMFAMA No. 462, Medellín, noviembre 2019  
.
 Se puede  descargar la versión que circuló con la edición impresa de Revista Comfama haciendo clic aquí:
.
La Revista Comfama es un medio de comunicación que propicia en las personas la autogestión y la búsqueda de su progreso, el cumplimiento de sus propósitos y el fortalecimiento de relaciones positivas para construir su felicidad.
.
NTC ... publicado, también, en:  
-
Publica y difunde: NTC …Nos Topamos Con … 
http://ntcblog.blogspot.com * ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia
-
.

























martes, 1 de octubre de 2019

Elogio de la dificultad. Extractos literarios. Estanislao Zuleta. EL ESPECTADOR, .com 24 Sep 2019 - 7:00 PM. NTC ... REGISTRO

Publica y difunde: NTC …Nos Topamos Con … 
http://ntcblog.blogspot.com * ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia
.

Elogio de la dificultad 
Extractos literarios
Estanislao Zuleta

EL ESPECTADOR, .com 24 Sep 2019 - 7:00 PM
La pobreza y la impotencia de la imaginación nunca se manifiestan de una manera tan clara como cuando se trata de imaginarla felicidad. Entonces comenzamos a inventar paraísos, islas afortunadas, países de Cucana. 

Estanislao Zuleta y su esposa, Yolanda González, en una imagen del archivo de José Zuleta. Cortesía
Una vida sin riesgos, sin lucha, sin búsqueda de superación y sin muerte. Y por lo tanto también sin carencias y sin deseo: un océano de mermelada sagrada, una eternidad de aburrición. Metas afortunadamente inalcanzables, paraísos afortunadamente inexistentes.
Todas estas fantasías serian inocentes e inocuas, si no fuera porque constituyen el modelo de nuestros propósitos y de nuestros anhelos en la vida práctica.
Aquí mismo, en los proyectos de la existencia cotidiana, más acá del reino de las mentiras eternas, introducimos también el ideal tonto de la seguridad garantizada, de las reconciliaciones totales, de las soluciones definitivas. Puede decirse que nuestro problema no consiste ni principalmente en que no seamos capaces de conquistar lo que nos proponemos, sino en aquello que nos proponemos; que nuestra desgracia no está tanto en la frustración de nuestros deseos, como en la forma misma de desear.
Deseamos mal. En lugar de desear una relación humana inquietante, compleja y perdible, que estimule nuestra capacidad de luchar y nos obligue a cambiar, deseamos un idilio sin sombras y sin peligros, un nido de amor y por lo tanto, en última instancia un retorno al huevo. En vez de desear una sociedad en la que sea realizable y necesario trabajar arduamente para hacer efectivas nuestras posibilidades, deseamos un mundo de satisfacción, una monstruosa sala cuna de abundancia pasivamente recibida. En lugar de desear una filosofía llena de incógnitas y preguntas abiertas, queremos poseer una doctrina global, capaz de dar cuenta de todo, revelada por espíritus que nunca han existido o por caudillos que desgraciadamente si han existido.
El otro, el enemigo
Adán y sobre todo Eva, tienen el mérito original de habernos liberado del paraíso, nuestro pecado es que anhelamos regresar a él.
Desconfiemos de las mañanas radiantes en las que se inicia un reino milenario. Son muy conocidos en la historia, desde la antigüedad hasta hoy, los horrores a los que pueden y suelen entregarse los partidos provistos de una verdad y de una meta absolutas, las iglesias cuyos miembros han sido alcanzados por la gracia -por la desgracia - de alguna revelación. El estudio de la vida social y de la vida personal nos ensena cuan próximos se encuentran una de otro la idealización y el terror. La idealización del fin, de la meta y el terror de los medios que procuraran su conquista.
Quienes de esta manera tratan de someter la realidad al ideal, entran inevitablemente en una concepción paranoide de la verdad; en un sistema de pensamiento tal, que los que se atrevieran a objetar algo quedan inmediatamente sometidos a la interpretación totalitaria: sus argumentos no son argumentos, sino solamente síntomas de una naturaleza dañada o bien máscaras de malignos propósitos.
En lugar de discutir un razonamiento se le reduce a un juicio de pertenencia al otro – y el otro es, en este sistema, sinónimo de enemigo-, o se procede a un juicio de intenciones. Y este sistema se desarrolla peligrosamente hasta el punto en que ya no solamente rechaza toda oposición, sino también toda diferencia: el que no está conmigo esta contra mí, y el que no está completamente conmigo, no está conmigo. Así como hay, según Kant, un verdadero abismo de la Razón que consiste en la petición de un fundamento ultimo e incondicionado de todas las cosas, así también hay un verdadero abismo de la Acción, que consiste en la exigencia de una entrega total a la causa absoluta y concibe toda duda y toda crítica como traición o como agresión.
Ahora sabemos por una amarga experiencia, que este abismo de la acción, con sus guerras santas y sus orgias de fraternidad no es una característica exclusiva de ciertas épocas del pasado o de civilizaciones atrasadas en el desarrollo científico y técnico; que puede funcionar muy bien y desplegar todos sus efectos sin abolir una gran capacidad de inventiva y una eficacia macabra. Sabemos que ningún origen filosóficamente elevado o supuestamente divino inmuniza una doctrina contra el riesgo de caer en la interpretación propia de la lógica paranoide que afirma un discurso particular - todos lo son - como la designación misma de la realidad y los otros como ceguera o mentira.
El atractivo terrible que poseen las formaciones colectivas que se embriagan con la promesa de una comunidad humana no problemática, basada en una palabra infalible, consiste en que suprimen la indecisión y la duda, la necesidad de pensar por sí mismo, otorgan a sus miembros una identidad exaltada por participación, separan un interior bueno - el grupo - y un exterior amenazador.
Ausencia de respeto
Así como se ahorra sin duda la angustia, se distribuye mágicamente la ambivalencia en un amor por lo propio y un odio por lo extraño y se produce la más grande simplificación de la vida, la más espantosa facilidad. Y cuando digo facilidad, no ignoro ni olvido que precisamente este tipo de formaciones colectivas se caracterizan por una inaudita capacidad de entrega y sacrificios; que sus miembros aceptan y desean el heroísmo, cuando no aspiran a la palma del martirio.
Facilidad, sin embargo, porque lo que el hombre teme por encima de todo no es la muerte y el sufrimiento, en los que tantas veces se refugia, sino la angustia que genera la necesidad de ponerse en cuestión, de combinar el entusiasmo y la crítica, el amor y el respeto.
Un síntoma inequívoco de la dominación de las ideologías proféticas y de los grupos que las generan o que someten a su lógica doctrinas que les fueron extrañas en su origen, es el descredito en que cae el concepto de respeto. No se quiere saber nada del respeto, ni de la reciprocidad, ni de la vigencia de normas universales. Estos valores aparecen más bien como males menores propios de un resignado escepticismo, como signos de que se ha abdicado a las más caras esperanzas. Porque el respeto y las normas solo adquieren vigencia allí donde el amor, el entusiasmo, la entrega total a la gran misión, ya no pueden aspirar a determinar las relaciones humanas. Y como el respeto es siempre el respeto a la diferencia, solo puede afirmarse allí donde ya no se cree que la diferencia pueda disolverse en una comunidad exaltada, transparente y espontánea, o en una fusión amorosa.
No se puede respetar el pensamiento del otro, tomarlo seriamente en consideración, someterlo a sus consecuencias, ejercer sobre él una crítica, valida también en principio para el pensamiento propio, cuando se habla desde la verdad misma, cuando creemos que la verdad habla por nuestra boca; porque entonces el pensamiento del otro solo puede ser error o mala fe; y el hecho mismo de su diferencia con nuestra verdad es prueba contundente de su falsedad, sin que se requiera ninguna otra.
Nuestro saber es el mapa de la realidad y toda línea que se separe del solo puede ser imaginaria o algo peor: voluntariamente torcida por inconfesables intereses.
Desde la concepción apocalíptica de la historia, las normas y las leyes de cualquier tipo son vistas como algo demasiado abstracto y mezquino frente a la gran tarea de realizar el ideal y de encarnar la Promesa; y por lo tanto, solo se reclaman y se valoran cuando ya no se cree en la misión incondicionada.
Pero lo que ocurre cuando sobreviene la gran des idealización, no es generalmente que se aprenda a valorar positivamente lo que tan alegremente se había desechado o estimado solo negativamente; lo que se produce entonces, casi siempre, es una verdadera ola de pesimismo, escepticismo y realismo cínico. Se olvida entonces que la crítica a una sociedad injusta, basada en la explotación y en la dominación de clase, era fundamentalmente correcta y que el combate por una organización social racional e igualitaria sigue siendo necesaria y urgente. A la desidealizacion sucede el arribismo individualista, que además piensa que ha superado toda moral por el solo hecho de que ha abandonado toda esperanza de una vida cualitativamente superior.
Esencialismo y Circunstacialismo
Lo más difícil, lo más importante, lo más necesario, lo que de todos modos hay que intentar, es conservar la voluntad de luchar por una sociedad diferente sin caer en la interpretación paranoide de la lucha. Lo difícil, pero también lo esencial es valorar positivamente el respeto y la diferencia, no como un mal menor y un hecho inevitable, sino como lo que enriquece la vida e impulsa la creación y el pensamiento, como aquello sin lo cual una imaginaria comunidad de los justos cantaría el eterno hosanna del aburrimiento satisfecho.
Hay que poner un gran signo de interrogación sobre el valor de lo fácil; no solamente sobre sus consecuencias, sino sobre la cosa misma, sobre la predilección por todo aquello que no exige de nosotros ninguna superación, ni nos pone en cuestión, ni nos obliga a desplegar nuestras posibilidades.
Hay que observar con cuanta desgraciada frecuencia nos otorgamos a nosotros mismos, en la vida personal y colectiva, la triste facilidad de ejercer lo que llamare una no reciprocidad lógica; es decir el empleo de un método explicativo completamente diferente cuando se trata de dar cuenta de los problemas, los fracasos y los errores propios y los del otro cuando es adversario o cuando disputamos con él.
En el caso del otro aplicamos el esencialismo: lo que ha hecho, lo que le ha pasado es una manifestación de su ser más profundo; en nuestro caso aplicamos el circunstancial ismo, de manera que aun los mismos fenómenos se explican por las circunstancias adversas, por alguna desgraciada coyuntura. Él es así; yo me vi obligado. El cosecho lo que había sembrado; yo no pude evitar este resultado. El Discurso del otro no es más que un síntoma de sus particularidades, de su raza, de su sexo, de su neurosis, de sus intereses egoístas; el mío es una simple constatación de los hechos y una deducción lógica de sus consecuencias. Preferiríamos que nuestra causa se juzgue por los propósitos y la adversaria por los resultados.
Y cuando de este modo nos empeñamos en ejercer esa no reciprocidad lógica que es siempre una doble falsificación, no solo irrespetamos al otro, sino también a nosotros mismos, puesto que nos negamos a pensar efectivamente el proceso que estamos viviendo.
La difícil tarea de aplicar un mismo método explicativo y crítico a nuestra posición y a la opuesta no significa desde luego que consideremos equivalentes las doctrinas, las metas y los intereses de las personas, los partidos, las clases y las naciones en conflicto. Significa por el contrario que tenemos suficiente confianza en la superioridad de la causa que defendemos, como para estar seguros de que no necesita, ni le conviene esa doble falsificación con la cual, en verdad, podría defenderse cualquier cosa.
La voz de Fausto
En el carnaval de miseria y derroche propio del capitalismo tardío se oyen, a la vez lejanas y urgentes, las voces de Goethe y Marx que nos convocaron a un trabajo creador, difícil, capaz de situar al individuo concreto a la altura de las conquistas de la humanidad.
Dostoievski, nos enseno a mirar hasta donde van las tentaciones de tener una fácil relación interhumana: van no solo en el sentido de buscar el poder, ya que si no se puede lograr una amistad respetuosa en una empresa común se produce lo que Baro llama intereses compensatorios: la búsqueda de amos, el deseo de ser vasallos, el anhelo de encontrar a alguien que nos libere de una vez por todas del cuidado de que nuestra vida tenga un sentido. Dostoievski entendió, hace más de un siglo, que la dificultad de nuestra liberación procede de nuestro amor a las cadenas. Amamos las cadenas, los amos, las seguridades porque nos evitan la angustia de la razón.
Pero en medio del pesimismo de nuestra época se sigue desarrollando el pensamiento histórico, el psicoanálisis, la antropología, el marxismo, el arte y la literatura. En medio del pesimismo de nuestra época surge la lucha de los proletarios que ya saben que un trabajo insensato no se paga con nada, ni con automóviles ni con televisores; surge la rebelión magnifica de las mujeres que no aceptan una situación de inferioridad a cambio de halagos y protecciones; surge la insurrección desesperada de los jóvenes que no pueden aceptar el destino que se les ha fabricado.
Este enfoque nuevo nos permite decir como Fausto:

"También esta noche, Tierra, permaneciste firme.
Y ahora renaces de nuevo a mí alrededor.
Y alientas otra vez en mi la aspiración de luchar sin descanso por una altísima existencia". 

---
Temas relacionados. Enlaces de EL ESPECTADOR
Publica y difunde: NTC …Nos Topamos Con … 
http://ntcblog.blogspot.com * ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia

sábado, 11 de mayo de 2019

SHAKESPEARE: Una indagación sobre el poder. Estanislao Zuleta.Segunda edición impresa y virtual, Diciembre 2018. Libro al viento, IDARTES, Alcaldía de Bogotá

.
Publica y difunde: NTC …Nos Topamos Con … 
http://ntcblog.blogspot.com * ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia
.
SHAKESPEARE:

Una indagación sobre el poder

 Estanislao Zuleta


Segunda edición impresa y virtual

 Diciembre 2018

LIBRO AL VIENTO No. 137

IDARTES, Alcaldía de Bogotá

© Estanislao Zuleta

215 páginas. 12.5 x 16.4 x 1.5 cms
-

-----------------------------

 
--------------
---
PRESENTACIÓN *
zuleta e shakespeare caras 2 ediciones.jpg
Por José Zuleta Ortiz
EN ESTE LIBRO el lector podrá vivir una experiencia muy cercana a lo que era una lectura comentada, o lo que se conoce como «una charla de Zuleta», que fue lo que realizó como expositor durante gran parte de su vida. El tema central que aborda es el poder. Lo más apasionante del texto es la manera como el conferencista despliega su agudeza de lector. Rastrea con tino las ideas que plantea el texto. Se diría que su lectura está concentrada en el sentido y en la indagación sobre el tema de la obra, considerando el texto literario de manera similar a como se aborda un texto filosófico.
Las obras y los temas que encontrará el lector son: «Ricardo III: la pulsión de muerte y el poder», «Macbeth: el éxito del poder como fracaso», «Otelo: el drama de los celos y el poder» y «La tempestad: la reconciliación por medio el arte».
Una de las ideas centrales de esta lectura de Shakespeare está en la reflexión sobre Ricardo III. En ella se puede leer este comentario de E. Z.:
“La idea es que la naturaleza ha cometido con Ricardo III una grave injusticia: le ha negado la posibilidad de tener una figura agradable que conquiste el amor de los demás. La vida entonces le debe una compensación que él mismo tratará de procurarse. Asume el derecho a considerarse como una excepción y a superar los escrúpulos que detienen a otros en su camino.”
ESTA IDEA ES PODEROSA Y VIGENTE. CONOCEMOS EN NUESTRA HISTORIA RECIENTE CASOS EN LOS CUALES EL PODER SE EJERCIÓ ARBITRARIAMENTE, CRIMINALMENTE, PUES QUIEN LO DETENTABA SE CONSIDERABA UNA EXCEPCIÓN: «A MÍ ME MATARON A MI PADRE». POR ELLO TODO ME ESTÁ PERMITIDO.
E. Z. aborda la lectura desde la filosofía, la antropología, el sicoanálisis y todas las herramientas intelectuales de que dispone. Al final sentimos que el texto literario que comenta es una conversación con las ideas y los temas universales y que la lectura de literatura puede darnos luces y ayudarnos a comprender de una manera profunda los más complejos asuntos humanos.
Finalmente, hay que decir que la literatura asumida como indagación, como pensamiento, es una de las tareas que se propuso Estanislao Zuleta y que de dicho propósito surgieron lectores críticos, exigentes, lectores que encontraron en la literatura un escenario de placer estético, y sobre todo, una vía de transformación humana.
----
---------------

LANZAMIENTO EN LA FILBo 32 
Mayo 3, 2019
con Pepe Zuleta y Patricia Simonson


---

El LIBRO en GOOGLE LIBROS


Allí, acceso a parte de su CONTENIDO
...

Próximamente la edición digital-virtual 
en la web de 
LIBRO AL VIENTO

-----

NTC ... ENLACES

NTC ... blog sobre E. Z.

NTC … 27 de enero de 2015

-----
Allí: detalles, información, videos (intervenciones completas), fotografías (180), textos, enlaces, ... 

---------------------
NTC ... Facebook sobre E. Z. 
Publica y difunde: NTC …Nos Topamos Con … 
http://ntcblog.blogspot.com * ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia